Seguramente hayas oído hablar de las muselinas para bebés. Son gasas grandes confeccionadas con tela de trama abierta, muy ligeras y transpirables. Se fabrican en algodón orgánico o convencional, y son un básico hoy en día.
Las muselinas llevan existiendo cientos de años, pero estos últimos años se han puesto de moda, y su uso se ha extendido rápidamente.
¿Para qué sirve una muselina?
Los usos que se pueden dar a las muselinas de bebé son múltiples. Aquí os explicamos varios de ellos:
- Para arrullar al bebé. Gracias a su tejido suave y flexible, se adapta perfectamente a la postura del bebé, lo cual le aporta seguridad y confort.
- Como mantita de verano. Es perfecta para esas siestas de verano, para cubrir sus piernitas mientras duerme, o para proteger su piel en lugares con aire acondicionado.
- Para tapar el sol. Al ser un tejido muy abierto, es transpirable, y deja pasar el aire, por lo cual es perfecta sustituta de la sombrilla, y mucho más cómoda. A la vez protege al bebé de molestos mosquitos.
- Para dar el pecho. Es el aliado perfecto en los meses de lactancia, ya que sirve para abrazar al bebé, y limpiar los posibles restos de leche.
- Como toalla. Gracias a su composición 100% algodón, su tejido es perfecto para un día de playa o piscina.
¿Por qué comprar una muselina?
Como podéis ver, es un complemento súper práctico y versátil, que se ha introducido muy fuerte en el mundo de la puericultura, y que sin duda ha venido para quedarse.
Por todo ello, las muselinas de bebé son perfectas como regalo. Si tienes que hacer un regalo a unos papás que acaban de tener un bebé, las muselinas son una opción muy práctica. Además, sus diseños modernos y delicados te enamorarán. La puedes incluir en una canastilla de bebé, y sin duda será el complemento perfecto.
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